El trastorno obsesivo compulsivo (TOC), es unn trastorno mental apasionante (no para quien lo padece), tratable pero desafortunadamente, con una demora en el diagnóstico que puede oscilar como media en dos años desde el inicio de los síntomas.
El esquema básico de esta enfermedad consiste en la presencia de ideas, impulsos o imágenes que irrumpen en el pensamiento del sujeto, repitiéndose incesantemente y generandole ansiedad, a pesar de conocer la irracionalidad de esos fenómenos. Ideas como sentirse sucio, contaminado, dudar acerca de si se han adoptado correctamente las medidas de seguridad básicas (gas, cerraduras, etc) son frecuentes. A veces las ideas surgen en forma que la persona afectada piensa en la posibilidad de perder el control sobre sus actos y poder realizar actos execrables o peligrosos.
Las compulsiones, mal llamadas manías, serían actos generalmente motores, que tratarían de aliviar la ansiedad asociada a los pensamientos, como podrían ser lavarse las manos una y otra vez, limpiar denodadamente la casa u objetos cercanos, comprobar cerraduras, enchufes, etc. o incluso realizar algún acto mágico que pudiera alejar el "peligro".
He visto hace unos días una mini conferencia en la que, un actor que sufre la enfermedad, Damian Alcolea, la explica con una sencillez pero también con el rigor y respeto debidos. A pie de página enlazo el video por si queréis echarle un vistazo
El TOC es una enfermedad tratable y somos los médicos, especialmente los médicos de atención primaria, los que debemos tratar de reconocer con una sencilla evaluación, los síntomas de esta enfermedad que a veces se esconde tras síntomas generales de ansiedad, depresión o somatizaciones; y a los familiares, la sensibilidad para poder identificar es eso que genéricamente llamamos manías, síntomas de un trastorno que genera un importante sufrimiento a quien lo padece.
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